¿A quién beneficia el retraso en la entrada en vigor de la MiFID II?
El posible retraso en la entrada en vigor de la MiFID II, anunciado por Bloomberg la semana pasada, ha desatado en la industria todo tipo de especulaciones sobre los intereses que podrían rodear esta decisión. Algunas fuentes apuntan que los grandes beneficiados de esta medida serán los grandes bancos, que podrán seguir durante más tiempo con sus actuales prácticas de comercialización, incluso se citan presiones de la gran banca para inducir a este retraso en la aplicación de la norma.
Fuentes del sector asegurador consideran que el segmento de seguros de vida inversión se verá perjudicado por el retraso en beneficio de la gran banca. En el mismo sentido se expresan la mayor parte de los asesores financieros consultados, quienes preferirían una implantación en enero de 2017, para que el mercado quedara definitivamente regulado en cuanto a prácticas de comercialización, incluso abordando temas polémicos como las restricciones en cuanto a la remuneración y su información al usuario.
Bloomberg cita que la Comisión Europea ha cedido a las presiones que aluden a la complejidad de la legislación y sus estándares técnicos, y al enorme trabajo regulatorio y de control de los supervisores. No obstante, la medida del posible retraso todavía no es firme y deberá contar con el visto bueno del Consejo y del Parlamento Europeo. Habrá que esperar para ver cómo deciden estas instituciones, pero la opinión mayoritaria es que la aplicación de la norma se retrasará a 2018.